Carme Ruscalleda, emperatriz del Mandarín Oriental

Carme Ruscalleda, emperatriz del Mandarín Oriental

La chef del triestrellado Sant Pau de Sant Pol de Mar ha tomado las riendas gastronómicas del hotel barcelonés Mandarin Oriental, donde se ubica su restaurante Moments, que dirige con su hijo Raül Balam y que luce dos estrellas. En Moments, Balam despliega ahora un menú que homenajea al mundo del cine. 

La cocinera con mayor número de estrellas Michelin del mundo (acumula siete al sumar a los brillos de sus establecimientos catalanes las dos que tiene su restaurante Sant Pau de Tokio) se hará cargo de toda la oferta de restauración del Mandarin, incluido el servicio de habitaciones.

Ruscalleda toma el testigo del cocinero andaluz Ángel León, que hace tres años asumió la dirección gastronómica del hotel y lucía sus trampantojos marinos en el espacio Bistreau. El Chef del Mar ha dejado su presencia en Barcelona para centrarse en su restaurante Aponiente, en El Puerto de Santa María. No obstante, León asegura que realizará colaboraciones puntuales o formatos efímeros o pop up con el hotel.

Ángel León y Carme Ruscalleda, cuando se inauguró Bistreau en el Mandarín Oriental de Barcelona, en 2014. /Rosa Rivas
Ángel León y Carme Ruscalleda, cuando se inauguró Bistreau en el Mandarín Oriental de Barcelona, en 2014. /Rosa Rivas

Donde se ubicaba Bistreau está ahora Blanc. En este espacio blanco, luminoso, Carme Ruscalleda quiere desarrollar una cocina mediterránea y saludable, con productos de temporada y cercanía, y platos adaptados a todo tipo de paladares. «Elaboraciones simples, frescas y naturales», explica. También, asegura la cocinera, buceará en los orígenes de su trayectoria, revisando creaciones y propuestas tradicionales, como los canelones gratinados, el picantón en escabeche, el gazpacho o los arroces (imprescindible el ‘arroz señorito mar y montaña’).

La influencia japonesa, engarzada ya en el estilo de Ruscalleda, se dejará notar asimismo en el menú de Blanc. “Sin ser un restaurante gastronómico, en Blanc se ejercerá una cocina gastronómica que es aquella que defiende las cosas muy buenas”, promete. La apuesta es «una gastronomía de lectura tradicional, pulida, sabrosa, natural y moderna».

Para desarrollar la carta, la cocinera contará con el sous chef del hotel Alberto Castiñeiras junto al chef ejecutivo Ismael Alonso. En Blanc habrá tapas y embutidos elaborados en la casa. Y tanto las tapas como las creaciones golosas de Ruscalleda se podrán degustar además en el espacio de coctelería Banker’s Bar y en el jardín Mimosa, un recoleto lugar lleno de mimosas y lavanda que aísla de la vorágine urbana. 

Terrat, la terraza del Mandarín con vistas panorámicas a toda Barcelona, mantendrá de abril a octubre la carta del famoso chef peruano Gastón Acurio.

'Terrarista cercano', plato de homenaje a Perejaume en el menú Estilos Pictóricos de Carme Ruscalleda. /Carles Allende
‘Terrarista cercano’, plato de homenaje a Perejaume en el menú Estilos Pictóricos de Carme Ruscalleda. /Carles Allende

Como en todas sus iniciativas, Carme Ruscalleda afronta con entusiasmo la nueva etapa gastronómica del Mandarín Oriental de Barcelona, convertido en uno de los polos de atracción culinaria de la ciudad, en el céntrico Paseo de Gracia. “Estamos encantados de empezar este nuevo capítulo gastronómico, especialmente tras el éxito de Moments. La cocina de Carme seguirá contribuyendo al posicionamiento de Mandarin Oriental, Barcelona como hub gastronómico», subraya satisfecho Greg Liddell, director general de Mandarin Oriental Barcelona. 

Además de iniciar nueva etapa en el hotel barcelonés, Carme Ruscalleda acaba de estrenar en Sant Pau un nuevo menú, titulado Planetas. En las últimas temporadas, la chef catalana ha optado por una línea de menús temáticos o guionizados que a ella le gusta y que sus comensales disfrutan. En cada ocasión se come una idea, una historia, con la siempre perfecta ejecución técnica de la que hace gala Ruscalleda y con un atractivo visual, pictórico, que transparenta en cada creación su alma de artista.

Plato 'Twist', del menú Músicas Bailables de Carme Ruscalleda. /Carles Allende
Plato ‘Twist’, del menú Músicas Bailables de Carme Ruscalleda. /Carles Allende

“Me siento como todas las personas que aman su trabajo y disfrutan. No pienso en premios ni en galardones. Cuando sale el tema porque alguien me lo comenta me digo: ‘Ostras, lo que hemos conseguido…’. Pero no me quita el sueño, lo que me lo quita es poder hacer un trabajo digno, el trabajo que el cliente espera. Muchas veces hace hucha o muchos kilómetros para venir a mi restaurante, entonces lo que más me place es llenar sus expectativas, lograr que sea feliz», afirmaba la gran dama de la cocina mundial en la entrevista que le realicé para El País Semanal

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