Cerveza Damm madurada con maderas de roble y castaño. Cervezas Alhambra criadas en barricas de jerez, al igual que la cerveza Toro de Osborne. Los paladares cerveceros se encuentran cada poco con novedades, servidas por grandes marcas que experimentan en busca de la excepcionalidad. Son unos pasos más dentro de la tendencia de cervezas gastronómicas.
La Damm con madera ha salido en una edición limitada numerada de solo 1.000 unidades, que la compañía ha puesto a la venta (a un precio de 18 euros) exclusivamente a través de su nuevo e-commerce (shop.damm.com) y que ya está agotada. Esperemos que la cervecera catalana (que cada año saca una cerveza específica para Navidad) ofrezca más unidades de este su primer experimento de maduración con virutas de madera,
De color ambarino cobrizo, está elaborada con agua, malta de cebada, arroz, maíz y lúpulo, y tiene una graduación alcohólica de 6,8%. Se presenta en botella de litro, con tapón de cerámica, con diseño y aspecto antiguo.
Para su elaboración, se han utilizado variedades ibéricas de madera, que aportan distintos sabores y aromas. Por una parte, madera de roble (variedad Quercus pyrenaica), que aporta notas de madera, vainilla y coco. Por otra, madera de castaño (variedad Castanea sativa), que aporta notas dulces, tostadas con ligeros matices de frutos secos y especias. La cerveza, de tipo lager, es fluida y brillante. Su aroma es potente, predominan (obviamente) las notas de madera, con matices de vainilla, coco y frutos secos; también toques anisados y de brioche. En el paladar es intensa, con mucha redondez y sabor. Las notas de madera se entremezclan con los sabores a malta equilibra el conjunto. El final en boca es seco, pero largo y complejo.
Esta cerveza de Damm armoniza con los platos contundentes de esta época del año, como el pavo relleno al horno, el guisado de carne con setas, el pollo asado con frutos secos, el solomillo de cerdo con puré de castañas, el solomillo Wellington… Por su perfil cálido, también es apropiada para acompañar en plan bebida de sobremesa los dulces típicos de las fiestas navideñas, así como los frutos secos.
Otra novedad de este año apetecible para incluir en las bebidas especiales de las fiestas, está a cargo igualmente de una conocida compañía cervecera como Mahon-San Miguel. Se trata de la cerveza Alhambra envejecida en barricas de Jerez. Se trata de su colección Numeradas. Son tres ediciones especiales, cada una madurada en un tipo de barrica diferente: Amontillado, Palo cortado y Pedro Ximénez. Los matices, aromas y textura de estas cervezas criadas en barricas de roble recuerdan a los líquidos que contuvieron esas botas (como se le llaman a las barricas en las bodegas jerezanas).
Las recetas de las Numeradas «son fruto de una búsqueda de los mejores talentos artesanos de jereces de Sanlúcar de Barrameda, el Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera. Esta búsqueda de lo excepcional se materializa en unas cervezas irrepetibles, para cuya degustación es imprescindible descubrirlas sin prisa, parándose a experimentar cada uno de sus aromas, sabores y matices», asegura la marca.
De color ámbar con aspecto brillante y una espuma consistente, Amontillado muestra sabores aromáticos complejos y agradables con un intenso y destacado aroma a caramelo al que se abre después otros aromas de coco, vainilla, a jerez, frutas pasas y madera. Una fusión que en el paladar es de cuerpo moderado, amargor ligero, con un toque leve de dulzor y un acabado seco. La graduación de este líquido es de 7.1%.
El color ámbar oscuro es una de las principales características que diferencia a Palo Cortado, al que se añaden los aromas a frutas pasas, coco y almendra verde con toques de caramelo tostado que complementan a la perfección con los sabores a manzana roja, verde y ciruelas. En boca se intensifican cada uno de estos aromas y que se percibe una textura en cuerpo moderada y con un ligero amargor que se complementa con el punto de dulzor y final seco. Su graduación es del 7.6%.
Rica y armoniosa, la cerveza de Pedro Ximénez presenta un color castaño, brillante y una espuma consistente con intensos sabores a uvas pasas, coco y vainilla de la madera con recuerdos ajerezados, y cuenta con una graduación del 8.0%. Con notas a fruta madura mezclados con toques a caramelo tostado y chocolate, es de cuerpo suave y ligera de amargor.
En los dominios jerezanos existe además otra cerveza criada en barrica, con un nombre muy ibérico, Toro. Está licenciada por el grupo Osborne y ha sido madurada con madera de barrica de Jerez Pedro Ximénez. Fue reconocida en 2016 como uno de los mejores sabores del mundo por el International Taste&Quality Institute de Bruselas (Bélgica) y ese año también fue galardonada con la medalla de bronce en la Commonwealth cup Cup de Estados Unidos dentro del estilo wood aged (envejecido en madera).
Se trata de una cerveza artesanal de brillante color cobrizo, espuma fina y compacta beige. tiene un sabor peculiar, con notas de malta y caramelo en la boca, y un suave y fino amargor al final. Aunque su nombre podría indicar poderío, Toro tiene un aroma dulce y fresco, es fácil de beber y conviene servirla muy fría (a unos a 7º). Compagina con tapas y aperitivos. Su grado alcohólico es del 5,5%. Se presenta en un formato de 33 cl., a 2,90 euros. También hay barriles de 30 litros para hostelería.
Esta cerveza Toro forma parte de una línea de cervezas Premium Beers from Spain, con características especiales que elabora Osborne. Cuenta con una cerveza elaborada con agua del Mediterráneo llamada Er Boquerón y otra denominada La Socarrada, hecha con romero y miel.
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