Ferran y Albert Adrià se han puesto los delantales para cocinar a seis manos con Albert Raurich, uno de los más destacados hijos de elBulli. Los famosos hermanos han arropado el décimo aniversario del restaurante Dos Palillos, ubicado en el barrio barcelonés del Raval, donde se encuentra también otro restaurante hermano, Dos Pebrots.
Hacía largo tiempo que Ferran Adrià no se metía en cocina, pero esta vez lo ha hecho encantado para celebrar una década del establecimiento de quien fue aprendiz (stagier) bulliniano durante 11 años y a quien le une el amor a Japón y su gastronomía. Raurich no solo compartió viajes a ese país con el equipo de Adrià, también se impregnó de sus influencias culinarias y con su esposa japonesa, Tamae Imachi, ha cimentado un apetitoso estilo japocatalán.
Raurich entró en elBulli en 1997 y salió del gran centro creativo de Cala Montjoi 11 años después. Dos Palillos nació en abril de 1998 y para conmemorar la década de trayectoria lleva desarrollando desde el pasado año un calendario de actividades que ha incluido la presencia del matrimonio Ishida, artífices del exclusivo y diminuto restaurante de Tokio Mibu, cuyo estilo poético y casi operístico impresionó a los Adrià y a todos los cocineros que lo visitaron con ellos.
«La vida en elBulli moldeó nuestra manera de pensar, entender y hacer pasión por la cocina y el máximo respeto por la materia prima. El concepto de la tapa como manera de entender la gastronomía. la sencillez, dentro de la complejidad, reflejo de nuestra cocina. la cocina asiática, nuestro reto; estudio y trabajo, el camino. Barcelona, nuestra ciudad. Tú, nuestro objetivo», proclaman los responsables de Dos Palillos.
El equipo de elBulli, en el que se encontraba el desaparecido Juli Soler (hombre clave en todo el desarrollo del restaurante), viajó por primera vez a Japón en 2002. Raurich se incorporaría a los periplos nipones en 2003.
El contacto de elBulli con la gastronomía japonesa alteró los cimientos del vanguardista restaurante e iniciaría un enriquecedor diálogo de esa cocina con la occidental que dejaría huella en otros restaurantes españoles y del mundo.
Por contribuir a la difusión de la cultura gastronómica nipona, Ferran Adrià fue condecorado en 2015 con la Orden del Sol Naciente, la más alta distinción que Japón otorga a las personalidades extranjeras.
elBulli cerró como restaurante en 2011 para transformarse en elBullifoundation y reabrirá pronto como un gran centro de investigación gastronómica para, seguro, revolucionar de nuevo el panorama gastronómico internacional.
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